sábado, julio 26, 2014

SED MUNDIAL DE AGUA

Por Brad Webber

Braimah Apambire creció en el árido norte de Ghana donde pudo comprobar tanto que la falta de agua mina la vitalidad de las comunidades como que algo tan sencillo como una bomba o un sistema de captación de agua tiene el potencial de transformar vidas. Apambire, director del Centro Internacional del Agua y la Sostenibilidad del Instituto de Investigación sobre el Desierto de Reno, Nevada (EE.UU.), será uno de los oradores en la Cumbre Mundial del Agua que organiza el Grupo de Acción Rotaria de Suministro de Agua y Saneamiento (WASRAG) y tendrá lugar el próximo 30 de mayo en Sídney (Australia).
THE ROTARIAN: ¿Qué le hizo interesarse en las cuestiones relacionadas con el agua?
APAMBIRE: En mi aldea, Zuarungu, no llueve mucho. Durante los tres o cuatro meses de la estación seca debíamos caminar varios kilómetros para llegar a una fuente. Mi madre, mis tías y mis hermanas acarreaban el agua, mientras que los varones llevaban el ganado por la mañana y por la tarde a un embalse situado a seis kilómetros de distancia. Evidentemente, estas labores nos quitaban tiempo y esto afectaba nuestra escolarización. Cuando tenía 12 años, la Agencia Canadiense para el Desarrollo Internacional perforó unos 2.600 pozos en la región y observé de primera mano Ia mejora en las condiciones de vida de mis vecinos. Por ejemplo, ahora mi madre y mis tías tenían tiempo para ir al mercado a vender sus productos. Yo proseguí mis estudios hasta conseguir un título universitario en geología, y comencé a trabajar como hidrólogo instando sistemas de suministro de agua. Luego viajé a Canadá para cursar estudios de maestría. [Apambire también cuenta con un doctorado en Hidrología de la University of Nevada, Reno.]
THE ROTARIAN: ¿Cuán extendida está la falta de acceso al agua potable?
APAMBIRE: Se estima que 740 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a lo que denominamos fuentes mejoradas de abastecimiento de agua. Además, unos 2.000 millones de personas más no tienen acceso a agua potable que hayan pasado pruebas de carencia de de microbios o sustancias químicas dañinas. Aproximadamente 88% de las enfermedades infantiles están relacionadas con el consumo de agua contaminada o con saneamiento deficiente. Como consecuencia de estas situaciones y de la falta de prácticas higiénicas, cada día mueren unos 5.000 niños.
THE ROTARIAN: ¿Qué avances tecnológicos han ayudado a mejorar el acceso al agua potable?
APAMBIRE: Cada vez se emplea más tecnología basada en Internet o en los teléfonos móviles para monitorear los sistemas de suministro de agua. También merecen mencionarse los sistemas para la captación de agua de lluvia. Pero aunque se cuente con esta nueva tecnología es necesario disponer de un saneamiento adecuado. No importa mucho que una aldea tenga acceso a una fuente de agua potable si se siguen dando comportamientos que terminen por contaminarla. Es fundamental que las comunidades entiendan la relación entre la contaminación y las enfermedades.
THE ROTARIAN: ¿Cuán importantes son las relaciones de colaboración como las respaldadas por WASRAG?
APAMBIRE: En los países desarrollados, el acceso al agua potable se da por sentado. Por ejemplo, en Estados Unidos, cada persona consume aproximadamente 380 litros al día. Cuando abrimos el grifo no pensamos en que estamos desperdiciando un recurso muy valioso. En África, el consumo diario promedio por persona es de 19 litros y muchas personas ni siquiera tienen acceso a esta cantidad limitada, o si lo tienen, con frecuencia el agua está contaminada.
He comprobado que Rotary está muy interesada en los proyectos de suministro de agua y los lleva a cabo donde más falta hacen, en las comunidades más pobres. Por su parte, WASRAG diseña proyectos sostenibles que emplean tecnologías apropiadas en colaboración con las comunidades locales. 
Este artículo fue publicado en el número de mayo de 2014 de .

No hay comentarios: